Estos días en el autobús, me llamó la atención que los que iban sentados eran los jóvenes veinteañeros, mientras unos señores/as, que rozaban los setenta, iban de pie. Como evoluciona la sociedad. Que tiempo que pierden llenándose la cabeza de conocimientos, si es que los alcanzan, si son inútiles en aprender lo más elemental: la educación y el respeto a los demás. Que pena de padres y educadores que son incapaces de inculcar lo elemental, Aunque seguro que los educadores lo intentan a diario pero igual tropiezan con el muro del entorno familiar donde importa poco "eso de la educación y los conocimientos". Lo que importa es "que hagan lo que quieran mientras me dejen tranquilo". He visto niños que llegaban a las nueve de la mañana al parque, y cada vez que pasaba por allí, parecía que no se habían movido ni para comer, se hacían las once o las doce de la noche y allí seguían, así todo el verano. Como dice un buen amigo: están asilvestrados.
Por cierto parece que a Cristina, su hermano Felipe la ha mandado al rincón de pensar.
El mundo no esta amenazado por las malas personas
sino por aquellos que permiten la maldad.
Albert Einstein
Genial, amigo mío
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